¿La vida líquida llegará a su fin?
Bauman
sostiene que vivimos en una sociedad moderna definida como una sociedad líquida.
Esta tiene por característica estar formada por personas que son completamente
consumistas, y que depende del consumo para vivir y sobretodo para sobrevivir.
Esta sociedad mantiene vivo el ciclo del consumo, y permite hacer permanente la insatisfacción del
consumo en cada uno de los consumidores. Ya que los productos son diseñados
para ser desechados en un corto plazo, pero, sembrando a la vez una
satisfacción en el consumidor. La necesaria para que el mismo, se descarte del
producto ya viejo e inútil, para volver a consumir otro. Puedo citar varios
ejemplos de este tipo de productos, empezando por las bolsas de plástico,
siguiendo por los vasos de café y terminando por los celulares o las
computadoras que tienen una vida útil corta.
Esta
sociedad líquida, se caracteriza también por llevar una vida consumista. Donde
el consumo está presente en todo momento de la vida de las personas, y en todos
los aspectos. Las personas deben vivir al tanto de los nuevos conocimientos que
se deben refrescar semana a semana, porque sino uno será incapaz de decidir
“quien es”. El consumo lo define a uno, le da cierta identidad. Y estar por
fuera del consumo, es no pertenecer a la sociedad en la que todos viven.
Este
consumismo se ve reflejado también en el cuerpo de la persona, en la figura
física. Otorgándole así un valor final al cuerpo. En el cual no existe un
estado normal de forma física sino que siempre uno se exige más. Llegando así a
una sociedad caracterizada por el sello de la bulimia y la anorexia.
¿Es
la actualidad realmente así? Me animo a pensar diferente a Bauman en algunas
cuestiones. Quizá siendo un poco más optimista y creyendo que no todo es
consumo ni líquido.
¿Qué
pasa con los sectores de la sociedad que no pueden acceder al consumo de manera
tan fluida e indispensable como la que plantea el autor? A diferencia de lo que
cree Bauman, creo que la sociedad consumista, la vida líquida, se da en la
clase media, media alta y alta. No tan así en la clase baja, en la clase de los
pobres; los desprotegidos del Estado, los que tienen falta de oportunidades.
Puede que ellos también sientan la necesidad de consumir (y lo hacen pero para
primeramente satisfacer las necesidades primarias), principalmente porque la
sociedad en la que viven los empuja a eso (por ejemplo a través de las
publicidades). Pero, no están excluidos de la sociedad o apartados de la misma
ni dejan de vivir ni tener sentido porque no pueden consumir. Están excluidos
por un factor aún más importante que el consumo. Puede ser que porque el estado
en el que vivimos esté pensando en el consumo en vez de en las personas que ni
siquiera pueden pensar en caer en este. Dado que tienen problemas mayores y más
urgentes. Puede ser porque no se está pensando políticas públicas justa que
brinde oportunidades iguales para toda la sociedad.
El consumismo en este sentido, no
hace más que (además de todos los males que conocemos que produce y que los presentados
por Bauman) agrandar las diferencias que existen entre las clases sociales de
una sociedad. Podemos hablar acá de la teoría de los desniveles del
conocimiento, o de la brecha social. Cada vez más se agranda la brecha social
en nuestra sociedad. Los pobres cada vez son más pobres y los ricos cada vez
son más ricos; los pobres tienen cada vez menos posibilidades para acceder a
estos nuevos productos cotidianamente consumidos por una parte de la sociedad,
la parte consumista. Claro está que los que están pobres también consumen,
pero, creo que lejos están de vivir en una sociedad de consumo. O de darse el
lujo de desechar cosas que aún se utilizan, como vimos que sucede en la vida
líquida que describe Bauman.
Concuerdo con que esta sociedad está
cada vez más caracterizada por hombres y mujeres anoréxicas y bulímicas.
Concuerdo con que gran parte de la sociedad está caracterizada y forma su vida
en torno al consumo, entre otros. Pero,
me pregunto; ¿Cuánto tiempo más podremos vivir así? Con enfermedades mentales
presentes en personas de la sociedad, con matrimonios que cada vez duran menos,
con productos que son con el tiempo desechable (contaminando el mundo), con
mujeres que retrasan la maternidad para enfocarse en su carrera y en su éxito
personal, con el consumo presente en cada uno de aspectos de la vida de una
persona pero aún peor, vendido y presentado como el bien deseable que logra
satisfacer e insertar en la sociedad a las personas? ¿Porque cada vez hay más
cosas, más productos, más consumo pero menos tiempo para las cosas que
realmente nos hacen felices? Como los amigos, la familia, el tiempo libro.
Un
fenómeno cada vez más presente es el llamado “Techo de Cristal”; es un
impedimento que sienten las mujeres al
querer acceder a puestos altos en jerarquía, de organismos, empresas, etc.
Pero, de apoco, este fenómeno va decayendo. Hoy Argentina tiene una presidenta
al mando, Chile la tuvo, entre otros. Esto nos da esperanza de que el cambio
depende de todos nosotros. Bauman sostiene que la mujer en la sociedad
consumista prefiere dedicarse a su carrera profesional y no tanto así tener
hijos y formar una familia. ¿Por qué no podemos pensar en una sociedad en la
que se puedan hacer las dos cosas? Con horarios flexibles para las madres y mujeres
que trabajan.
No creo ni quiero que en el futuro
(a corto plazo) se siga viviendo en una sociedad consumista. Pretendo hacer lo
que esté a mis manos para impedirlo. Creo que podemos lograr cambiar los
valores de ‘consumo’ y ‘desecho’ por ‘sustentabilidad’ e ‘igualdad’. La gente
creo este ciclo de consumo, nosotros también somos gente, podemos crear otro
sistema. By: Belén Alcácer Mackinlay
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